Queriendo expresar lo que me pasa doy
la rienda de mis letras al alma, me digan y comprenda en calma como superar la
circunstancia, recuerdo un poema de mi Vieja de cómo en obligaciones cotidianas
las Musas imprudentes la inspiraban no pudiendo en el papel estamparlas. Entendiendo
que también me pasa, y que a todo el que escribe lo alcanza, me pregunto, cómo
superar la falta y dedicarme a los reclamos del alma. Monótono ritmo de años
cotidianos, la carga de los de uno y los extraños, la nómina y el péndulo que
no para, esclavo de los días Calendario, la quincena fin de mes o fin del
año, cifras opresoras que obligan al acto, Asientos, Balances, Conciliaciones, Declaración,
Contabilidad y Bancos, convertidos en verdugo de sueños, rutina que te dan las circunstancias, a la que robas pequeños descuidos para satisfacer
necesidades del Alma. No sé, si me permita ésta estancia, el total disfrute de
lo que haga, que el trabajo que me guste no sea trabajo y placer
realizarlo sin pago ni falta. Consuela saber que la necesidad labra, los
caminos que la vida te abra, qué en todo proceso hace falta fluir con
la fuerza que lo que nos atraiga
MARIO MARTIN
04-12-2012
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