25 feb 2020

MERAKI


Con el pecho erguido,
rebosante de Meraki,
me aventuro en batiscafo
en torrente de tus venas.

Descubriendo a cada paso
en carmesí de tu esencia,
la grandeza que te hace
ser mujer tan bella

Y al mirar por tus ojos,
entiendo tu nobleza,
esa forma tan única
que te dio naturaleza,
para ser libre como el viento
con tu alma poeta.

Al adentrarme en tu pecho
mi nave hace barrena,
perdiendo los controles,
quedando a tus expensas,
con el torbellino que desatas
ante mi intrusa presencia.

Volviéndote la calma,
cuando acreditas mi inocencia,
accedes a estar juntos, en tu estancia,
para disfrutar de las musas,
y compartir esencias
rebosantes de Meraki,
con el cuerpo y con el alma.


MARIO MARTIN
16-11-2016


Foto de Internet

20 feb 2020

MI ENCANTADORA VIEJA, MI VIEJA DORA



Avatares en mi vida, aunados a vicisitudes de esta extraña guerra, disiparon el contacto con mujer tan bella, una madre Vieja que al perder la mía vino por ella… Mi encantadora Vieja, mi Vieja Dora …que hoy me emociona el alma, al saber de ella, y al hablarle en su senilidad reconociéndome me bendijera, para brindarnos en su lucido instante el amor que en nosotros la vida tejiera…para luego regresar a su mundo, quizás a la cumbre, en aquella casa vieja, con el cantar de su lora, sus matas y el Oso, el fiel compañero a quien amaba aunque a veces la mordiera…y así quedarme imbuido en la nostalgia, entre alegrías y tristeza, empañando mi pena una lágrima por no haberla disfrutado antes de perderla en su cabeza.        

MARIO MARTIN
20-02-2020

7 feb 2020

EL AMOR EN EL ESTRADO



Me traslado en mi memoria a la guardia de una noche, en que el turno nos tocó por iguales, y al relevo, en improvisada cuadra de aquel recinto histórico, quedamos juntos en penumbras, entre tantos combatientes acostados, fluyendo en el torrente prohibidas ganas, oyéndose latir los corazones, terminando a los frenos dando al traste, para darnos el permiso y prodigarnos, el desesperado beso en un abrazo, desatándose así los huracanes, deseando desnudarnos, con lamento de no estar solos, para tener que conformarnos, y circunspectos, en silencio pulcro, hacernos el amor… con sus gemidos mudos… poco a poco…hasta alcanzar la cúspide, sin quedar extasiados, quedando en nosotros, como momento congelado, hacernos el amor en el estrado, de escenario tan solemne y majestuoso.  

MARIO MARTIN
07.02.2020