Nubes
retrogradas negadas a morir, abonan el Caos con tentáculos de bestias podridas, y con su gas enrarecido exacerban miedos inyectando odios, tratando de asfixiar el entorno con mentiras, pero, lejos de someter voluntades, afinaron los arcos que rompieron con
flechas sordos espacios rasgando extractos que impedían a la
luz llegar a su destino, para lustrar la esperanza en inocentes miradas con su brillo,
despertando a los héroes dormidos, uniendo con lazos los pueblos que hacen
temblar los olvidos, izando estandartes del preciado legado en la proa de naves
que surcarán el camino.
MARIO
MARTIN
08.08.2017
No hay comentarios.:
Publicar un comentario