SIN EMPAQUE
Desde
hace diez meses, sin empaque,
Contenido
invisible, inconciente y mudo,
Tus
huellas me permitieron hallarte,
la
misma soledad, en el mismo espacio.
Circunstancia
de vida, me ha tocado,
Volar
libre, como seguro hiciste,
Como
aeropuerto el mismo cuarto,
con
ventana, de pista multicolor.
Sobre
árboles, en alas emplumadas,
descifrando
pictogramas de nubes,
dejándome
arrullar por melodiosos,
acordes
de lluvia, sobre techos de lata.
Recorrer
el camino de los españoles,
visitar
el mar desde Los Castillos, la torre,
vibrar
con el repique de campanas,
conversar
con Bolívar en su morada,
compartir
con Pacheco, el frío del Alba.
Sembrar
de colores la montaña,
escalar
en funicular la cima del Ávila,
Alojarme
en lo más alto del Humboldt,
para
planear apacible sobre Caracas.
Necesité
tocar fondo, derrumbarme,
Querer
“parar” el mundo para bajarme,
mi
mente infringiera el más agudo dolor,
para
abrir la puerta y encontrarme.
Descubrí
lo eterno dentro de mí,
comprendiendo,
lo incomprensible,
explicándome,
lo inexplicable:
Somos
idéntica parte, igual al Todo.
Libres
del tiempo y del espacio.
Tu
estuche vencido, te dejó libre.
A
mi, libre de abandonarle,
En
el día de las madres te regalo,
mi
Ser, libre y luminoso… sin empaque.
MARIO MARTIN
Mayo 2010
Foto
de Internet
No hay comentarios.:
Publicar un comentario